Realmente dudaba si iba a funcionar una preboda en pleno junio en el centro de Sevilla, llena de turistas mirándonos y haciéndonos fotos. Quedamos debajo de la Giralda y en cuanto llegaron, lo vi claro. Hubo química entre nosotros. Marta tenía muchas ganas de hacer la sesión y aparte de guapa, es dulce y una gran mujer. Y de Alfonso, qué decir, todo un caballero. Gracias por enseñarme vuestro amor.