Cuando me llamaron Estefania y Ricardo para hace el reportaje de preboda en Granada, me sentí el hombre más afortunado del mundo. Empezamos la sesión después de una agradable comida por el barrio de Albaicín, me enseñaron los maravillosos rincones que tiene esta ciudad.
Ricardo me propuso hacer unas fotografías con su reluciente Vespa, y como negarse! Continuamos por las calles del centro visitando sus tiendas llenas de encanto.
Como fotógrafo de bodas les propuse acabar la sesión en unos de las Alamedas de la entrada de Granada justo antes de la puesta de sol.
Aquí podéis el resultado, espero que os guste.