Hay bodas que son especiales, y luego están las que te marcan para siempre. La boda de Carlos y Kurt en Montana fue una de esas experiencias que no solo viví como fotógrafo, sino como amigo, como parte de su familia. Porque eso es lo que ellos son para mí: amigos para toda la vida y una boda en USA no se tiene siempre.

Desde el primer momento en que llegué al rancho donde se celebró la boda, supe que sería un día inolvidable. Carlos, con su energía y su luz de gran bailarín cubano, y Kurt, con su sensibilidad y talento como Director Musical de Hamilton, crearon una celebración que fue un reflejo perfecto de lo que son: pasión, arte y amor en estado puro.

El ambiente en el rancho tenía el alma de Cuba en cada rincón: la música, los colores, la calidez de la familia y los amigos que viajaron desde diferentes partes del mundo para celebrar el amor de Carlos y Kurt. Me hicieron sentir como en casa, como si siempre hubiera sido parte de sus vidas, y eso es algo que nunca olvidaré.

Cada fotografía que tomé aquel día está impregnada de la alegría, la emoción y la belleza de ese momento. Desde los abrazos sinceros hasta las miradas llenas de amor, cada imagen cuenta la historia de una boda mágica, en un lugar impresionante, con dos almas que estaban destinadas a encontrarse.

No hay palabras suficientes para describir lo especial que fue esta boda en USA, pero sí hay imágenes que pueden hacerlo. A continuación, les comparto un video resumen de esta celebración inolvidable. Espero que al verlo puedan sentir, al menos un poco, la felicidad que todos vivimos aquel día.