Tras una llamada de Elías y Sandra, unos grandes grandes amigos, pidiéndome que le hiciera un reportaje a su hijo Nicolás, no me lo pensé dos veces y me fui para Barcelona. Ellos no querían las típicas fotos de niños, que si mira a luz, que si toca el agua de la fuente, etc… Sólo me pidieron que les acompañara un domingo por Llinars, haciendo lo típico que se hacen los domingos: papilla, aceitunas y vermut.
Gracias por darme estas imágenes y hacerme pasar un día tan maravillo junto a vosotros.