A Yolanda no le gustan las fotos. Me lo dejó claro desde que entré en su ático de Barcelona. En cambio a Carlos le encantan, se relaja ante la cámara como un auténtico modelo igual que su perro Sawyer, jejeje.
La sesión fue una auténtica aventura, con un el Opel Corsa de mi hermana de más de 15 años perdiendo agua a litros, echando un humo blanco muy sospecho por el tubo de escape y perdiendonos por esas calles infernales que rodean al Park Güell. Esta situación hizo que Yolanda se relajara y nos regaló estas fotografías. Sois encantadores!!! Aquí podéis ver su gradiosa boda al completo. Un abrazo fuerte